He encontrado una vieja libreta camuflada en mi estanteria (no hay nada como hacer limpieza de papelorios de vez en cuando), y me he detenido a ojear su interior...
A veces escribo cosas en momentos de bajón y las dejo ahí, fermentando cual vino embotellado, y luego resultan evolucionar, y toman carices diferentes a los que pudieron tener en su dia, y otras veces, parece que las haya escrito el dia anterior. Éste es uno de esos casos. Lo escribí el 5 de octubre de 2005, y dice así:
"Ha vuelto esa horrible sensación que hace que mi corazón llore lágrimas de sangre. Mi sol sigue eclipsado, y estará así hasta que vuelva a mirarte a los ojos. Observo tu fotografía, pienso en tu último beso, en aquella sonrisa furtiva, en como nos despedimos hace ya tanto tiempo... Ya casi no me quedan lágrimas que derramar. Sólo una angustia y un desconsuelo horribles. Me pregunto, una y otra vez, qué es lo que hice mal... Pero no obtengo respuesta. Sólo silencio; sollozos en la oscuridad de un mundo que se me derrumba por momentos cada vez que pienso que te he perdido, y que debo aprender a olvidar... Pero, ¿Cómo olvidar? Allá donde miro estás tú. Todo cuanto hago, cada lugar por el que paseo...Absolutamente todo está impregnado de un pedacito de ti, pues estás tan dentro de mi vida que sólo si muero podré sacarte de ella. Finjo que no me importa, que podré superar todo esto. Pero es sólo un engaño para ocultar mi dolor. ¡Ahora que te tenía tan cerca! ¡Justo ahora, cuando nuestro corazones se volvían a besar, cuando nuestros cuerpos con sus caricias unían nuestras almas en el cosmos inseguro! ¡Ahora, cuando mi esperanza ciega se transformaba en una fuerte ilusión que empezaba a mirar al futuro, tan incierto pero tan amable! ¿Podré salir de esta situación? Me hallo en este momento en el filo de la navaja. Y por otra parte, no quiero darme por vencida pese a ver el final tan cerca. He llegado muy lejos en esta historia que se está haciendo infinita, como para tirar mis esfuerzos y pisotearlos como si no valiesen nada... Estoy en un cruce de caminos en el que no me llega ninguna señal que pueda ayudarme a decidir cual es la dirección que debo tomar si quiero volver a sonreir..."
Por un lado sé que debería olvidarte. Apartar todos esos bonitos recuerdos que me ayudan a soportar la soledad, pero que me ahogan en un mar de sufrimiento acentuado con tu ausencia.
Así decía hace más de un año...
Pues bien, ni todo sigue igual, ni todo ha cambiado. Nuevas esperanzas se asoman al fondo en el horizonte, pero también nuevos fuegos arden en esta mi hoguera. La cuestión es: ¿quiero sofocarlos y explorar el más allá, aunque me pierda? ¿O deseo avivar la hoguera a riesgo de quemarme una vez más?
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